sábado, 29 de octubre de 2011

LOS CUATRO VIAJES DE COLÓN, 1492-1504 (4ª PARTE Y FINAL. CUARTO VIAJE Y MUERTE DEL ALMIRANTE)

Acabamos aquí esta serie de cuatro entradas aprovechando el mes de octubre como recuerdo-homenaje al hombre que, en este 519 aniversario, descubrió el continente americano en 1492. Su viaje postrero y las dificultades y peligros que estuvieron a punto de costarle la vida trágicamente en la mar, ocupan esta primera parte. Una elemental biografía del inicio y final de la vida de Colón, así como la mención del primer gran mapa moderno y del nombre del continente, acaban la serie.


EL CUARTO VIAJE COLOMBINO
Cádiz, 2 de mayo de 1502 / Cádiz, 7 de noviembre de 1504


El 14 de marzo de 1502 tuvo Colón la autorización para realizar el que sería el último de sus viajes. Zarpaba el día 2 de mayo de Cádiz con el objetivo de encontrar el estrecho que separaba las dos tierras firmes de Asia que creía haber descubierto. Iba ahora como simple navegante particular con cuatro carabelas y 140 hombres. Tenía la prohibición de tocar La Española.
El 15 de junio llegaba a Martinica. De ahí intentó llegar a Santo Domingo, donde el gobernador le impidió echar el ancla. Colón hubo de seguir hacia Jamaica y a las costas del sur de Cuba. Desde aquí puso rumbo al suroeste, llegando a la costa centroamericana de Honduras. Desde allí siguió costeando hasta la actual Panamá, donde pasa largos meses.
A mediados de 1503 tenía ya solo dos naves y 116 supervivientes, iniciando la vuelta a las islas Antillas. Naufragó en las costas de Jamaica, donde quedó con su tripulación. Envió en lanchas a varios marineros a Santo Domingo en busca de auxilio. El gobernador Ovando envió una carabela para salvarle. El 28 de junio de 1504 estaban ya salvados. Durante varios meses estuvo reponiéndose en Santo Domingo. En septiembre abandonaba -vivo- por última vez el continente americano. Llegaba a Cádiz el 7 de noviembre, tras dos años y medio desde su salida.
Este último viaje fue el más completo en cuanto a descubrimientos. Las nuevas tierras descubiertas eran amplias: las costas atlánticas centroamericanas, de Honduras a Panamá.

¿Quién era Colón?
Llegados a este punto, veamos quién fue Cristóbal Colón. Este personaje histórico ha hecho verter ríos de tinta. Le han buscado tantas patrias como a don Quijote en el lugar de La Mancha del que Cervantes no quiso acordarse. Hoy se acepta Génova como su cuna, y 1451 como el año de nacimiento. De familia de tejedores, muy adolescente, movido por el espíritu empresarial y viajero de su ciudad, empezó a navegar. En 1476 llegó a Lisboa. El Mediterráneo y el Medievo estaban ya en decadencia y, tanto Génova, como Venecia, buscaban ya su lugar en el Atlántico, océano en que ingleses, franceses y, en especial, Portugal y Castilla, estaban mejor situadas. Un año después llegaba a Irlanda (Galway) e Inglaterra.
Vuelto a Lisboa se casó con Felipa Moniz de Perestrello, yéndose a vivir a las Azores unos años. Colón ya era un atlantista pleno y el Mediterráneo le quedaba ya muy del pasado. Allí estudió el Atlántico y sus vientos y corrientes, leyó el Libro de las Maravillas de Marco Polo y viajó por la costa africana en esos viajes exploratorios para circunnavegar el continente negro. Con 32 años presentó su proyecto al rey portugués, pero fue rechazado. Viudo y con su pequeño hijo Diego, decide entrar en Castilla, alojándose en el monasterio franciscano de La Rábida. El resto de la historia ya la conocemos.

Estatua "manirrota" de Colón en Pontevedra.

Veamos ahora su final. En 1504, nada más llegar a España, supo de la muerte de la reina Isabel, su única valedora. Se estableció enfermo en Sevilla durante 1505. Fernando le recibió indiferente para decirle que el asunto de las Indias le incumbía ya a su hija y sucesora, la reina Juana la Loca. En el invierno de 1506 debió de estar muy enfermo. Pobre y solo estuvo en Valladolid, donde le sorprende la muerte en el mas absoluto olvido, en el mes de mayo. Como dijimos, un triste final para uno de los personajes más sobresalientes de la historia. El país al que dio la gloria y la base de un imperio durante tres siglos, le olvidaba de forma tan poco ortodoxa.

El primer mapa de las Indias y el nombre de América
En 1500, en el Puerto de Santa María, Juan de la Cosa elaboró el primer mapa de las Indias, de gran tamaño y precisión para su época. Estamos ante una de las primeras consecuencias culturales del descubrimiento: el inicio de la renovación de la cartografía que, cien años después, ya contaba con el mapa de proyección Mercator, inicio de la cartografía actual. Se basa su mapa en los descubrimientos de Cabot, en los de Cabral y en esos viajes anteriores españoles, los de Ojeda-Vespuccio-La Cosa-Lepe y Pinzón. Se conserva en la actualidad en el Museo Naval de Madrid.


El cartógrafo cántabro, Juan de La Cosa. Participó en los dos primeros viajes de Colón, además de haber sido espía de los Reyes Católicos en Lisboa. Realizó viajes propios al continente americano, muriendo en la costa colombiana en una emboscada de los indígenas, en 1510.

El nombre de América se debió a Américo Vespuccio. El clérigo Martín Waldseemüller, copió su nombre como el descubridor del Nuevo Continente. Se expandió rápidamente por toda Europa e hizo fortuna hasta hoy. No obstante, en España se usó durante muchos años el nombre de Las Indias.

Hemos visto un capítulo de la historia del mundo que se abrió en ese 1492, aunque, como todo fenómeno histórico, se va gestando años atrás. Las consecuencias de dicho episodio fueron tan grandes en la vida mundial, tanto a nivel particular de las gentes de ambas orillas, como a nivel de las altas esferas del poder, que, a pesar de que muchos historiadores se empeñen en decir que el fin del Medievo lo marca la caída de Constantinopla en 1453, bien puede decirse que fue la aventura colombina el inicio de la Edad Moderna, pues esta nunca hubiese nacido sin ese viaje de ese año mágico como le apodaron algunos en los fastos de aquél ya lejano año de 1992. Se abría ahora, a inicios de la segunda década del siglo XVI el nuevo capítulo de la conquista y colonización, el de los corteses y pizarros, de zumárragas y Las Casas,  de galeones y piratas… Pero eso ya... es otra historia.

lunes, 24 de octubre de 2011

COLON Y SUS CUATRO VIAJES, 1492-1504 (3ª PARTE: LA CAÍDA EN DESGRACIA DE COLÓN)


Los indios de Colón
Todos sabemos que Colón trajo varios indios en las carabelas pero, ¿qué fue de ellos?. En el tornaviaje a España Colón embarcó a 10 indios: tres en la Pinta y siete en la Niña. En el mar murió uno de la Pinta, por lo que nueve vieron el Viejo Mundo. De esos nueve, uno murió en Sevilla, en la comitiva camino de Barcelona. Otro fue bautizado y fue paje del infante don Juan, aunque murió al poco. Por tanto, siete se embarcaron en el segundo viaje colombino. De esos siete, cinco murieron en la travesía, llegando tan solo dos a su continente. Uno de ellos era de San Salvador, por lo que fue de los primeros que vieron a los europeos. Aprendió muy rápido a hablar el castellano y se casó con Cora, la hija del cacique Gurionex, viviendo largos años.


SEGUNDO VIAJE COLOMBINO
Cádiz, 25 de septiembre de 1493 / Cádiz, 11 de junio de 1495
El 25 de septiembre de 1493 zarpaba Colón desde Cádiz con 1500 hombres entre curas, soldados y profesionales. Les transportarían 14 carabelas y tres naos. Ya sabía su destino final al otro lado del Atlántico. Como siempre, tras la consabida escala final en las Canarias para el último aprovisionamiento y aguada, surcaba el Atlántico con sus corrientes favorables. Esta vez marcó un rumbo más meridional, en busca de nuevas tierras y de las anheladas cortes de China y Cipango, aún sin aparecer ni dar indicio alguno de su existencia. Esta ruta más meridional sería la usada en siglos posteriores por ser la más rápida y segura.
El día 3 de noviembre llegaba a la pequeña isla de Dominica, la primera de un nuevo archipiélago: las pequeñas Antillas. Varias de ellas fueron descubiertas los días siguientes (del 3 al 18 de noviembre): Guadalupe, Antigua, Once Mil Vírgenes, etc. Ese 18 de noviembre avistaba el actual Puerto Rico, llamado Borinquén y rebautizado como San Juan Bautista. Por fin el 27 encontraba los restos del fuerte de Navidad con sus 39 marinos aniquilados a manos de un cacique agresivo de la zona según le informaron caciques amigos del primer viaje. Tras pasar la Navidad, el día 6 de enero de 1494 fundaba La Isabela, en la costa norte de la isla de La Española. Nacía la primera población en América.
El 24 de abril zarpaba en busca de nuevas tierras y de China, a la que creía muy cercana. Durante todo el verano y el otoño exploraba la costa del sur de Cuba, las costas de Jamaica y la costa sur de la Española. Por fin, el 10 de marzo de 1495 zarpa rumbo a España, llegando a Cádiz el 11 de junio a Cádiz.
Volvía de nuevo al Viejo Mundo con el triunfo personal, con nuevas tierras descubiertas: Las pequeñas antillas y Puerto Rico, pero sin haber encontrado esa corte oriental y opulenta que visitase Marco Polo. Aún el almirante creía que su proyecto inicial desde su juventud era posible. Los Reyes Católicos le seguían protegiendo. Aún estaba en el cénit de su vida.
En su ausencia se había firmado (7-VI-1494) el Tratado de Tordesillas, por el cual, los portugueses podrían acceder a las costas brasileñas. Antes, el rey Fernando había renunciado a su autoridad en los nuevos territorios como rey de Aragón, quedando éstos como únicos de Castilla.

Lápida en la fachada del palacio burgalés de la Casa del Cordón, autorizando el tercer viaje. (Hacer clic)

TERCER VIAJE COLOMBINO
Sanlúcar de Barrameda, 30 de mayo de 1498 / Cádiz, noviembre de 1500
Tres años tardó en realizar su tercer viaje. Tras hacer la aguada en Canarias se dirigió más al sur, descubriendo el 31 de julio la isla de Trinidad. De ahí recorrió parte de la costa venezolana y confirmó que estaba en tierra firme. Descubrió también la isla Margarita. Llegó a Santo Domingo en el 31 de agosto de 1498. Ahora empezaba su caída imparable. La situación era desastrosa en la colonia y hubo de reprimir todo el año 1499 rebeliones de indios y españoles a la vez.
El 24 de agosto de 1500 llegaba Francisco de Bobadilla con órdenes de los Reyes Católicos de detenerlo. Colón y sus dos hermanos fueron llevados presos a Cádiz. Los reyes le convocaron en Granada, donde fue liberado de sus grilletes. Los monarcas le reprobaron su política en la isla y le degradaron, aunque conservó su cargo de Almirante. En España se enteró de que estaban saliendo (y saldrían) viajes a las Indias. Ya sería un mero descubridor sin el monopolio anterior. Nicolás de Ovando sería el nuevo gobernador de las Indias.
El hombre que aportó el mayor descubrimiento geográfico de la historia, con los radicales cambios que ellos supuso, el hombre triunfador en Barcelona ante los Reyes Católicos en 1493, volvía ahora, ocho años después de su gesta, con grilletes humillado, como un presunto delincuente, ninguneado y despreciado. Paradojas de la vida.


LOS SEIS VIAJES CONTEMPORÁNEOS CON COLÓN
- 1er viaje. Puerto de Santa María, 18-V-1499 / febrero de 1500.
Lo realizaron Alonso de Ojeda, Américo Vespuccio y Juan de la Cosa. Llegaron a las bocas del Orinoco, la isla Margarita y La Española. Obtuvieron un gran cargamento de perlas. La nueva tierra descubierta fue la costa Guajira de la actual Colombia.
- 2º viaje. Huelva, diciembre de 1499 / 1500.
Lo realizó Vicente Yáñez Pinzón. Exploró la costa norte del Brasil y las bocas del Amazonas. De ahí volvió a Puerto Rico y La Española. Brasil era descubierto ante que lo hiciesen los portugueses. También las bocas del Amazonas.
- 3er viaje. Palos de la Frontera, junio de 1499 / Bayona, 1500.
Lo realizó Alonso Niño. Cargó una gran cantidad de perlas.
- 4º viaje. 1499-1500.
Lo realizó Diego de Lepe.
- 5º viaje. 1500-1501.
Lo realizó Vélez de Mendoza.
- 6º viaje. Marzo de 1501 / septiembre de 1502.
Lo realizaron Rodrigo de Bastidas y Juan de la Cosa. Exploraron las costas colombiana y panameña. La nueva tierra descubierta fue la costa colombiana.

DESCUBRIMIENTOS DE INGLESES Y PORTUGUESES
Inglaterra y los dos viajes de John Cabot
John Cabot, italiano, radicado en Inglaterra, zarpó de Bristol en mayo de 1497, llegando ese verano a Terranova o a la península del Labrador. El 6 de agosto regresó a Bristol. El rey Enrique VII autorizó un nuevo viaje a Cabot en primavera de 1498. Se cree que llegó al Labrador y navegó en paralelo a la costa este de Norteamérica hasta Florida.

El Portugal de Manuel el Afortunado
Portugal seguro que lamentó el haber despreciado a Colón. Sus odiados competidores castellanos les habían hecho compartir su monopolio en la navegación interoceánica. De hecho, el temprano empuje a la firma del Tratado de Tordesillas en 1494 demuestra que la corona lusa no se resignaba a dejar las manos libres a Castilla. El rey Manuel el Afortunado empezó a autorizar viajes al oeste. Los hermanos Corte Real, Gaspar y Miguel, exploraron en dos viajes las costas también de Terranova y el Labrador entre 1500 y 1502, desapareciendo en ellos.
El 9 de marzo de 1500 zarpaba de Lisboa Pedro Álvarez Cabral rumbo a Buena Esperanza, aunque en Cabo Verde cambió el rumbo y llegaba a la actual Bahía, en Brasil, tomándola para Portugal. Luego continuó a la India sin dejar asentamiento alguno.
En mayo de 1501 zarpó de Lisboa Américo Vespuccio hacia Río Grande do Norte, desde donde siguió rumbo al sur llegando, posiblemente al río de la Plata. Al volver de ese viaje en 1502, Vespuccio supo que se trataba de un continente nuevo, diferente a Asia, la cual adivinaba muy lejana aún.

Es fácil imaginarse qué pasaría por la cabeza del Almirante, un hombre que había logrado verse como un gran explorador, y ahora, en ocho años se veía despreciado y olvidado por aquél país al que había dado tanto. ¿Qué hubiese pasado en la historia de España si no hubiese sido rechazado en la Lisboa de los Avís? ¿Y si, rechazado por ambas monarquías ibéricas hubiese sido escuchado y apoyado en la Inglaterra renacentista en pleno albor de una historia naval única? Desde luego que España sería muy diferente hoy, un país europeo sin ninguna proyección mundial más allá del mundo mediterráneo. De ahí la gran deuda de este país con Cristóbal Colón.

jueves, 20 de octubre de 2011

COLÓN Y SUS CUATRO VIAJES, 1492-1504 (2ª PARTE: AMÉRICA EN 1492)

¿AMBOS MUNDOS? O ¿UN MUNDO FRENTE A VARIOS?
Tras el descubrimiento de ese Nuevo Mundo cabe preguntarse cómo era y el porqué de su rápida conquista por los europeos y por las dos principales coronas ibéricas (Portugal y Castilla) en particular.
Entre 1492 y 1510, año este último en que empieza la conquista generalizada de las tierras descubiertas, se notan ya las primeras consecuencias del descubrimiento en Europa. El continente americano era un mosaico de pueblos y civilizaciones desconectadas entre sí. Algunos autores no hablan de choque de dos mundos, sino de un mundo, el europeo occidental y los variados mundos de aquella América. El mundo europeo occidental era uno. Los españoles, portugueses, ingleses, franceses y resto de europeos y el mundo islámico, tenían frecuentes contactos directos (guerras) e indirectos (difusión de conocimientos e inventos de todo tipo). Además, los europeos occidentales de entonces estaban unidos por el nexo religioso o de la Cristiandad romana (aún no se había producido el cisma luterano en Occidente).
Nada de esto ocurre en la América precolombina. Muchas veces se ha querido dar una visión paradisíaca de aquellos pueblos cuyas similitudes empezaron a disgregarse al ir desplazándose durante miles de años del norte al sur, desde Alaska a la Tierra del Fuego. Apenas tenían ya nada en común un esquimal de la península del Labrador con un indio de la cuenca del Amazonas. Cierto es que había tres grandes civilizaciones en un estadio histórico similar (escritura, politeísmo religioso, esclavismo) como es el caso de los aztecas, mayas e incas, así como un similar paralelismo en el lugar físico de sus asentamientos: los altiplanos andinos o mesoamericanos en contacto con los océanos tropicales de las costas peruanas o mexicanas. Unas civilizaciones que podríamos asemejar a las que existían en el Viejo Mundo en la Edad Antigua: egipcios, mesopotámicos, griegos o romanos. Sin embargo procedían de diferente tronco o civilización originaria. Desde el llamado Creciente Fértil del Próximo Oriente, uno de los lugares donde nació de forma aislada, sin contacto con los demás, el Neolítico, sus interconexiones fueron constantes hasta llegar a las civilizaciones clásicas mediterráneas: conocimientos, religión monoteísta posterior, etc.
Nada de esto sucedía en el Nuevo Mundo descubierto por Cristóbal Colón. Los dos grandes focos neolíticos de los altiplanos andinos no tuvieron nada que ver con los de los correspondientes del centro mexicano. Eran, por tanto, civilizaciones originarias diferentes.
Groso modo podemos diferenciar cuatro grandes dominios diferentes entre sí. Cuatro grandes espacios en los que, incluso en los que sí había relación, ésta era de guerras frecuentes y de guerras civiles internas. Fueron la “iberización” primero, y más tarde el republicanismo surgido de la emancipación, quienes aunaron estos vastos territorios heterogéneos hasta el surgimiento de la actual región geográfica supranacional que se llama, según los diferentes autores, Latinoamérica, Iberoamérica e Hispanoamérica.


REGIÓN MESOAMERICANA, CENTRO Y NORTE ANDINA
- Comprendería unos pueblos en el estadio histórico de la civilización ya muy antigua en el tiempo.
- Practicaban una agricultura intensiva, con importantes excedentes para comercializar y alimentar población no agrícola numerosa. El maíz es la base de esa agricultura e imprime su carácter, hablándose de “civilizaciones del maíz”. Dicho cultivo es el equivalente al trigo del Viejo Mundo.
- Gran desarrollo urbano: Cuzco, Tenochtitlán…, con buen y ordenado urbanismo, con muestras artísticas de calidad: templos piramidales, palacios, canales, etc.
- Sociedades semifeudales, esclavistas y militaristas, con un poder teológico de sus dirigentes políticos. Las rencillas internas entre sus dirigentes existían desde finales del siglo XV: rivalidad inca entre Atahualpa y Huáscar o la impopularidad de Moctezuma entre los aztecas.
- Desarrollo de la minería en general y de metales preciosos en particular: oro, plata; y de perlas y otros objetos. Su desarrollo atrajo a los españoles.
- Dominaban amplios territorios de manera directa o indirecta, con grandes poblaciones diferentes entre sí y en rebelión constante contra los dominadores. De hecho, esta rebelión continuada hizo que los españoles se percatasen de la necesidad de sembrar rivalidades para la mejor conquista: los tlaxcaltecas contra los aztecas por un lado, y los chachapoyas y huancas contra los incas por otro, allanaron las respectivas aventuras de Cortés y Pizarro.
- Los pueblos más importantes de esta región son: aztecas y mayas (Mesoamérica), junto a incas (centro de los Andes) y chibchas (norte de los Andes).

Ruinas mayas al sur de México
Pirámides de Teotihuacán al norte de Ciudad de México
Machu Pichu, santuario inca en la región de Cuzco, Perú.


Estas zonas fueron las más controladas de todo el imperio americano por los virreyes peninsulares, las más españolizadas y las más ricas para explotar. Sin embargo son las que conservan aún sus viejas lenguas y su identidad racial prehispánica: cultura quechua, aymara o nahua. Fuera de esta región el dominio español se vio disuelto ante la inmensidad natural y la variedad de climas y tribus indígenas. Empezaba la frontera o límite natural de la expansión europea (al norte), ibérica (en las selvas ecuatoriales) e hispana (en la pampas del cono sur), hasta los avances del siglo XIX, ya con a cargo de los gobiernos de las nuevas repúblicas independientes.



AMÉRICA DEL NORTE: PRIMERA FRONTERA DEL PODER EUROPEO
Los españoles, tras someter el imperio azteca, se encontraron con unos desiertos al norte, con tribus de poco interés para su dominio. Más al norte aún, unas tierras ya templadas, pero con tribus belicosas, también fueron un freno expansivo para los viajes de Vázquez de Coronado o Cabeza de Vaca por el sur de los actuales Estados Unidos. De hecho, en el noroeste mexicano, llamado Nueva Galicia en la época virreinal, hoy Jalisco, Nayarit, Sonora…, los españoles no dominaron nunca completamente a los pueblos indios (rebeliones continuas, como la guerra del Mixtón) como los chichimecas. Tampoco más allá de los Apalaches fueron tierras conquistables para ingleses y franceses.
- Estos pueblos estaban en la etapa de la barbarie protohistórica, es decir, pueblos neolíticos, de agricultores extensivos que practicaban aún la caza de caribúes y bisontes, así como la recolección en algunos casos más atrasados.
- Por tanto, eran sociedades tribales –en algunos casos de clanes-, algunas nómadas y algunas ya sedentarizadas.
- Sus religiones mágicas, basadas en fuerzas de la naturaleza, han dejado algunas muestras de arte rupestre y sus ritos imaginables.
- Los pueblos más importantes de la región son, de norte a sur: esquimales, algonquinos, iroqueses, sioux, seminolas, apaches o comanches entre otros.
 El bisonte de las grandes praderas de Norteamérica,
símbolo alimenticio de aquellas tribus

Indio sioux de Norteamérica


SELVAS TROPICALES Y ECUATORIALES: EL CARIBE, LA AMAZONÍA Y EL CHACO. LA SEGUNDA FRONTERA DEL PODER IBÉRICO
La América cálida intertropical, poblada de selvas vírgenes impenetrables, fueron un obstáculo no sólo para los españoles y portugueses, sino también para los mismos pueblos andinos o mesoamericanos. Desde muy antiguo los incas ya intentaron penetrar más allá de los Andes, pero al bajar de sus altiplanos se encontraban con las selvas hostiles por naturaleza, fracasando en sus intentos de dominar los pueblos de la selva.
Un medio físico hostil cuanto más se avanza al ecuador y mas se interna en la selva: lluvias constantes, calor sofocante, insectos, aguas estancadas y pantanosas han sido las defensas naturales de los pueblos indígenas hasta casi hoy. Sólo bandeirantes portugueses y sus correspondientes españoles se internaban para capturar esclavos indios. Antes de llegar a esas selvas ecuatoriales había una zona tropical de sabanas con estación seca y estación de lluvias torrenciales. Esta zona será la segunda frontera límite de la expansión ibérica. Hasta bien entrado el siglo XX, incluso a finales del mismo e inicios del actual, apenas habían tenido contacto importante con la civilización actual, a la que se resisten.
- Aunque conocen la agricultura, incluso la intensiva, dominan las sociedades de cazadores y recolectores. Practican las rozas itinerantes anualaes en la maleza: incendios controlados para cultivar tapioca y tubérculos.
- La sociedad es de tribus y clanes familiares.
- Ocupan una vasta extensión de espacio selvático que apenas puede mantenerles, por lo que su densidad es baja.
- Los pueblos más importantes eran los caribes (caníbales), tupi-guaraníes, jíbaros, hoy llamados suhares, shipibo-conibos, etc.



Niño yanomami de la cuenca del Amazonas 

 
Selva ecuatorial

EL CONO SUR AMERICANO, TEMPLADO Y FRÍO: LA ÚLTIMA FRONTERA ESPAÑOLA
Las zonas templadas y frías del sur continental ya estaban en la zona de influencia únicamente española. Al sur del Perú existían unos valles fértiles de climas mediterráneo y oceánico cuanto más al sur. Al sur y al esta del Río de la Plata se extendían llanuras o pampas que llegaban hasta la Patagonia y las tierra frías pre-antárticas. Más al sur de Buenos Aires o de Santiago de Chile también tuvo la expansión española su límite: unas tribus similares a las de América del norte, también frenaron desde antiguo a los incas. Los españoles Diego de Almagro y Pedro de Valdivia -como Coronado en el sur de Estados Unidos- tampoco encontraron los tesoros o las civilizaciones que habían encontrado Cortés y Pizarro. Encontraron pueblos que sólo serían sometidos muy a finales del siglo XIX por los gobiernos de Chile y Argentina.
- Pueblos organizados en tribus y clanes.
- Economía de cazadores, pescadores y recolectores con muy escasa agricultura.
- Los pueblos más importantes fueron los patagónicos, onas y, sobre todo, los mapuches o araucanos, los verdugos de Valdivia y de muchos soldados españoles.

Caupolicán, el caudillo araucano-mapuche, símbolo de la resistencia indígena

Una América pues, muy diversa en el momento de la llegada de Colón hace 519 años, y una América ya muy escasa hoy en cuanto a sus tribus y razas, en plena cristalización del mestizaje racial y cultural, con sus luces y sus sombras, proceso histórico que, como ya dijimos levantó, levanta y levantará aún, muchos ríos de tinta. Ese es el legado del descubrimiento colombino en aquél incierto viaje del 12 de octubre de 1492.
 
 

martes, 11 de octubre de 2011

COLÓN Y SUS CUATRO VIAJES, 1492-1504. (1ª PARTE: EL PRIMER VIAJE, 1492-1493)

12 DE OCTUBRE DE 2011: EN EL 519 ANIVERSARIO DEL VIAJE COLOMBINO
Al escribir esta entrada casi dos décadas después de los fastos del Quinto Centenario, tras aquél ya lejano 1992 en que parecía que se acababa el mundo, con las celebraciones añadidas de las Olimpiadas de Barcelona y la Expo de Sevilla, han pasado ya muchas cosas en España, América Latina y el Mundo.
España ha asistido a un redescubrimiento de América al conocer a sus habitantes que han llegando a nuestro país como inmigrantes, con una integración de diverso resultado. Ya forman parte de nuestro día a día cotidiano. Un movimiento de población, a mi juicio muy interesante por el encuentro de verdad entre las dos orillas, más allá de la simple historia.
En América se han ido derrumbando las dictaduras militares salvo el aislado régimen de la Cuba socialista de Fidel Castro. Otro caso es la Venezuela de Hugo Chávez, casi rozando la dictadura personal. Otros regímenes experimentan un resurgir del indigenismo: la Bolivia de Evo Morales, o los casos del Ecuador de Correa o el Perú de Ollanta Humala. En Centroamérica continúa el subdesarrollo. El caso flagrante es el cambio de protagonistas en el sangrante caso del narcotráfico: en Colombia se va normalizando la situación pero es en México donde surge con terrible fuerza esa violencia que está llegando a los límites del genocidio cotidiano. El populismo parece que sigue en escena en este Bicentenario de las guerras de emancipación del siglo XIX. Aún sigue presente la incertidumbre ante el futuro del continente y en las personas deseosas de ver su desarrollo y su lugar importante en el mundo actual.
Dos países parece que han tomado un tren esperanzador: Chile y Brasil. Argentina sigue en su situación de intentar recuperar su pasado esplendoroso de hace ya más de medio siglo. Mientras, la Norteamérica anglosajona continúa su camino diferente, aunque en fase de retirada del protagonismo mundial.
Yo, particularmente, estaba hace veinte años muy alejado de esa realidad americana del caos económico, el populismo y la dictadura. Poco a poco fui descubriendo la realidad de aquellos inmigrantes que llegaron, e incluso en 2009 pude dar el salto de orilla, tantas veces deseado como frustrado por diversos motivos. Un descubrimiento de un continente fascinante en todos sus aspectos.
La historiografía se está revisando tras décadas de convivencia de dos tendencias en ambas orillas del Atlántico: la españolista “leyenda blanca” y la antiespañolista e izquierdista “leyenda negra”. Ambas posturas felizmente en trance de superación y de asentamiento de la verdad histórica.
El tema, un año más, traerá comentarios artículos de prensa, trabajos de escolares, etc. El 23 de marzo de 2009 escribí en el blog un viejo esquema que reelaboré del que me enseñaron en la facultad allá por los primeros años 80: Las consecuencias del descubrimiento de América. Cual sería mi sorpresa ante las numerosas visitas que veo cada día en esa entrada. Estoy estudiando de forma individual la Historia de América que solo estudié de forma rápida. Mis cuatro viajes americanos: Perú, Ecuador y México han sido sumamente enriquecedores y me han dado materia prima para entradas sobre hechos mayoritariamente desconocidos en España, y muy lejos de los tópicos de la historiografía tradicional.


EL PRIMER VIAJE COLOMBINO Y SU IMPORTANCIA EN LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD
El 12 de octubre se “descubría” el Nuevo Continente. Más bien, Colón anunciaba la existencia de una tierra ya explorada -y abandonada sin vocear al mundo sus viajes- por los europeos del norte: los escandinavos de la Edad Media. La vida cambiará por completo para aquellos hombres del siglo XVI en ambas orillas. Es la gran novedad junto a la revolución neolítica o la entrada en la historia escrita.
Desde los viajes de Marco Polo, el mundo se estaba quedando pequeño para los europeos, para sus emergentes burgueses en particular. Ya se notaban los avances en la navegación y en la península Ibérica los portugueses y los castellanos a la zaga ya iniciaron sus viajes casi un siglo antes.
COLÓN Y SU AVENTURA
Como es sabido, Colón, el enigmático navegante genovés, tras su residencia en Madeira y su matrimonio con la portuguesa Felipa Moniz de Perestrello, fue rechazado de la corte lusitana. Viudo, llega con su hijo Diego al monasterio franciscano de La Rábida, en la Baja Andalucía, cerca de Huelva, en la navidad de 1484 a 85. En el reino de Castilla no tuvo, inicialmente, un apoyo más cálido. En Alcalá de Henares, el 20 de enero de 1486, en el palacio episcopal, tuvo lugar su audiencia con los Reyes Católicos. El monasterio onubense andaluz de La Rábida fue su apoyo más decidido. Allí se fueron dando las condiciones favorables para el arriesgado y enigmático viaje a lo desconocido. Decir que se pretendía llegar a Asia por el oeste era poco menos que una locura en aquella Europa de finales del Medievo. Su conocimiento de las mareas atlánticas y su estudio de los astrónomos helenísticos le daban ánimo suficiente. Conocido es su error de medición: creía que la esfera era menor que la real, basándose en la obra de Ptolomeo, error que pudo costar la vida de aquella flotilla. En La Rábida fue apoyado por Fray Antonio de Marchena y Fray Juan Pérez.

EL MONASTERIO DE LA RÁBIDA: LA ANTESALA DE AMÉRICA
Fue fundado en 1412. Aunque la iglesia y parte del edificio que vio Colón se conservan, tiene muchas reconstrucciones tras el terremoto de Lisboa y sus destrucciones. Entre las desamortizaciones de Mendizábal (años 30 del siglo XIX) y 1922, el edificio estuvo exclaustrado hasta la restauración de la comunidad franciscana. El estilo dominante es el gótico-mudéjar y el claustro es una de sus mejores muestras estilísticas. En su interior se encuentra el sepulcro de Martín Alonso Pinzón, fallecido al poco de llegar a Palos desde Bayona. Impresionan los frescos sobre la gesta pintados por Daniel Vázquez Díaz a inicios del siglo XX. 



Exterior de La Rábida, Frescos de Vázquez Díaz,
Claustro gótico-mudájar, Estancia interior





La ya larga guerra de Granada estaba en la mente de los Reyes Católicos y apenas se atendía a una hipotética política atlántica en pleno auge. Los vecinos portugueses llevaban la delantera desde su base del cabo de San Vicente, extremo suroccidental de la península, en la población de Sagres. En el mismo campamento de Santa Fe, en las afueras de la asediada ciudad de Granada nazarita, logró la firma de las Capitulaciones de igual nombre que le darían el monopolio de las zonas que descubriese.

Por fin, tras muchos obstáculos, se iniciaba la aventura en el verano de 1492, un viaje que duró siete meses y casi dos semanas: del 3 de agosto al 15 de marzo de 1493, en que volvía Colón de nuevo al mismo puerto de salida.

Puerto de Bayona con la reproducción de la Pinta.
Lápida de los marineros que llegaron a puerto.





RESUMEN DEL VIAJE
3 de agosto. Colón zarpa del puerto de Palos (Huelva), con destino a las Canarias. En ese momento aún no estaban del todo sometidas todas las islas por Alonso de Lugo.
6 de septiembre. Tras hacer acopio de las últimas provisiones se iniciaba desde Canarias el verdadero viaje a lo desconocido. La flota la componían dos carabelas: la Pinta, al mando de Martín Alonso Pinzón y 30 marinos; y la Niña, al mando de Vicente Yáñez Pinzón, con otros 30 marinos. Por su parte, el almirante Cristóbal Colón iba en la nao Santa María, con 40 marinos y completaba la flotilla. El viaje era muy incómodo, con comida muy mala y con peligro de escorbuto. El agua se corrompía y era necesario mezclarla con vino para poder beberla. En una estera colocada en el suelo dormían los marinos.
9 de octubre. Se sucede el segundo motín a bordo por el descontento y la falta de agua. Era el momento crítico del viaje.
12 de octubre. Llegada a Guanahaní en las islas Bahamas actuales. Rodrigo de Triana dio el grito histórico al avistar tierra. Es el contacto de dos razas, la amerindia asiática con la caucasoide europea tras casi cinco siglos desde las exploraciones de los vikingos escandinavos.
14 de octubre. Vuelve a hacerse a la mar.
28 de octubre. Llega a la costa norte de la isla de Cuba.
21 de noviembre. Deserción de la Pinta.
Noviembre e inicios de diciembre. Exploración de la costa norte cubana.
5 de diciembre. Llegada a isla de La Española.
24 de diciembre. Encalla la Santa María. Al día siguiente se inicia la construcción del Fuerte de Navidad con los restos de la nao.
6 de enero. La Pinta se reencuentra con el grupo. Tras las consabidas explicaciones se decide el incierto tornaviaje. Antes se había decido también dejar un grupo de marineros en el fuerte Navidad ante la imposibilidad de poder viajar todos a España por la falta de la nao.
Enero-Febrero. Se vuelve a perder la Pinta en una tempestad en mitad del Atlántico. Se llega a las Azores, donde es recibido Colón con hostilidad por las autoridades portuguesas.
1 de marzo. Llegada de la Pinta al puerto gallego de Bayona, en Pontevedra.
3 de marzo. Llegada por fin a Lisboa. Habían transcurrido siete meses justos desde que salió de la península y ahora regresaba a ella, aunque echaba el ancla en territorio portugués, su antigua nación de residencia.
13 de marzo. Tras diez días de estancia en la capital lusa, zarpa rumbo a Palos.
15 de marzo. Casi al mismo tiempo llegaban la Pinta y la Niña, con Colón, a Palos.
30 de marzo. Tras descansar en La Rábida, parte hacia Barcelona, donde estaban los Reyes Católicos. Allí les informaría del viaje.
Monasterio de Santa Clara, en Palos, donde la acción de gracias de Colón.




LAS TIERRAS DESCUBIERTAS

Se descubrieron las actuales Islas Bahamas, además de las islas mayores de Cuba y La Española. El Caribe entraba en la historia. A su vez, las direcciones de la gran Corriente del Golfo eran ya conocidas y aplicadas a aquellas naves que dependían únicamente de los vientos y las corrientes marinas.
El impulso estaba ya dado y, la obligación de ir a rescatar a los marinos allí dejados, obligaba a Colón y al reino de Castilla a seguir explorando aquellas misteriosas tierra que se creían cercanas a Asia, a Cipango (el Japón de Marco Polo) y a la China imperial. La creencia no podía ser más ilusa, como se ocuparía de demostrar tres décadas después el también marino español, el guipuzcoano de Guetaria, Juan Sebastián Elcano al dar la primera vuelta al mundo.

Es fácil de suponer lo que pasaría por la cabeza del almirante Cristóbal Colón esos días: saberse en la élite de la navegación, de entrar en la historia junto a Marco Polo, tener la delantera sobre Portugal, en aquellos momentos la vanguardia de la navegación, saberse triufador ante unos monarcas que despuntaban como los precursores del trono de una superpotencia, y muchas cosas más como su propia autoestima personal tras tantas amaguras anteriores. Todas esas luces se mantendrían unos años, sin sospechar que más adelante vendrían las sombras: llegaría preso a España, perdería el monopolio de sus viajes, sería ninguneado y, moriría pobre y abandonado en Valladolid en mayo de 1506.

sábado, 8 de octubre de 2011

MAPAS DE LA GUERRA CIVIL (4ª PARTE Y ÚLTIMA)

1939: EL FINAL DE LA GUERRA

Las navidades de 1938-39 se iniciaban bajo el fugo de la penúltima ofensiva de la guerra. La contienda estaba en sus últimos episodios, con un ejército republicano casi batido pero con la moral aún alta y todo el cuadrante suroriental y Madrid en su poder. Algunos republicanos, en especial los comunistas y el líder socialista Negrín, sabían que la rendición llevaba a la cárcel y a la consiguiente ejecución. En las mentes de los dos bandos había inquietud ante la creencia de que una segunda guerra mundial se inmiscuiría decisivamente en el final del conflicto español.
En estos meses finales la crueldad no iba a refrenarse. Tras un periodo de “orden” en las retaguardias tras los asesinatos del año 36, volvería la violencia alejada del frente. Los ejércitos ocupantes franquistas entraban “a saco” con las represalias programadas y su programa de extirpación de cualquier recuerdo de democracia republicana. Por su parte, el ejército republicano desesperado y en retirada en el frente catalán, iba ejecutando a prisioneros y respondiendo con terror ante su impotencia desesperada.


LA CAMPAÑA DE CATALUÑA, EL PRINCIPIO DEL FIN
Tras la Conferencia de Munich Franco tenía la victoria asegurada, aunque ahora sí decide acelerar su final ante esa hipotética guerra que se asomaba por el horizonte. Decide el ataque rápido a Cataluña el 23 de diciembre sin dar ninguna tregua navideña. Casi no hay resistencia, a pesar del ataque de distracción lejos, en Peñarroya (5 de enero). El 15 caía Tarragona.
El pánico se apoderó de Barcelona. El 26 entraba Yagüe sin resistencia. Del 26 al 31 hubo todo tipo de crímenes y venganzas en la ciudad contra los que no pudieron huir. A su vez arreciaban los bombardeos de las carreteras que conducían a Francia contra las caravanas de fugitivos civiles desarmados que buscaban desesperadamente cruzar la frontera. Los ataques de persecución hacia el norte por la carretera N-I se complementaban con los avances desde el oeste, desde Lérida, para alcanzar más fácilmente a los fugitivos. Las tropas marroquíes actuaban a placer, como en el resto de la España que iban conquistando.
En esas caravanas había también asesinatos como en los primeros días de guerra. Para “aligerar” esa marcha los republicanos decidieron ejecuciones masivas de prisioneros franquistas. El novelista catalán Javier Cercas plasmó estas últimas matanzas republicanas en su exitosa novela y también exitoso largometraje: Soldados de Salamina. En ambos relatos se narra la milagrosa salvación del falangista y más tarde político del régimen franquista: Rafael Sánchez Mazas, padre del escritor Rafael Sánchez Ferlosio, gracias a la compasión de un miliciano que le deja huir. El relato, intercalado con la historia de una investigadora barcelonesa de la matanza, acaba narrando la vejez de aquél soldado exiliado el resto de su vida en Francia. El tema de fondo es la matanza de El Collell (Gerona), con 48 asesinados en el viejo monasterio. Sin embargo, los asesinatos más célebres fueron cerca de Figueras, en Pont de Molins, donde el 7 de febrero fueron fusilados el obispo de Teruel fray Anselmo de Polanco, el coronel Rey D´Harcourt, oficiales y guardias civiles, junto a soldados italianos y pilotos alemanes. Sus restos, quemados con gasolina, fueron descubiertos por un pastor. El día 6, el general republicano Vicente Rojo, había ordenado trasladar a esos presos por avión a Madrid, para salvarlos. También, a mediados de marzo, se descubrió la fosa común de 23 cadáveres en Vila-Sacra (Gerona). Eran médicos y enfermeras del hospital militar de Banyoles.
El 4 de febrero García Valiño entraba en Gerona y el 10 alcanzaba la frontera. El día 9 se había producido el desembarco en Menorca sin apenas resistencia.
Llegada de refugiados a Francia, camino de campos de internamiento.


EL FINAL
Febrero. La agonía de la Segunda República
El 1 de febrero, ante la última reunión en España de las Cortes republicanas en Figueras, Negrín decide la resistencia a ultranza. Franco, el día 15 emitía el Decreto de Responsabilidades de la Guerra, dejando claro que no tendría piedad con los vencidos. El 27 se entrevistaba Negrín con los mandos militares republicanos en Los Llanos (Albacete). Sólo el viejo defensor de Madrid, el general Miaja, le apoya en su tesis de resistir hasta el estallido de la inminente guerra mundial. El día 27 Gran Bretaña y Francia reconocen diplomáticamente el régimen de Franco.

Antonio Machado yace muerto en Colliure.

Marzo: el golpe de Casado
Azaña dimite el 1 de marzo. Negrín se quedó solo. En el Madrid republicano, el día 5, el coronel Casado creía ingenuamente en la benevolencia de Franco como colega militar. Es apoyado por el PSOE, los anarquistas y los republicanos. Los comunistas no están dispuestos a esa rendición que consideraban prematura y deshonrosa, con una cuarta parte aún de la península en sus manos y la guerra mundial en el horizonte. Es difícil, aún hoy, meterse en la mente de los partidarios de la rendición, pues había que ser muy ingenuo y contar con la “piedad” de Franco. Se llegó a hablar de que Casado era un agente al servicio de Gran Bretaña o que había pactado su salida de España con Franco. Es difícil saber que motivos tuvo Casado para ello, así como el porqué de que anarquistas y socialistas cayesen en esa farsa. Lo cierto es que hoy, viendo lo visto, la República pudo haber resistido hasta septiembre, con lo que la historia de España y de Europa hubiese cambiado decisivamente.
Volviendo a la realidad, los casadistas se enfrentaron duramente a los comunistas y negrinistas en las calles de Madrid. Fue una nueva guerra civil (como en la Barcelona del 37 y el POUM) entre republicanos. Los anarquistas se enfrentaban de nuevo a sus odiados históricos: los comunistas, aunque esta vez con éxito. Franco asiste gozoso a esa guerra con sus soldados detenidos en las trincheras viendo aún más la debilidad del enemigo. El día 12, los hombres del anarquista y albañil Cipriano Mera, tras dura lucha, acaban con los milicianos comunistas en Madrid. Los dirigentes comunistas apresados fueron fusilados. Casado huía por avión tras entregar la capital. El viejo intelectual y catedrático de ética en la Universidad Central: Julián Besteiro, se negó a huir. Falleció en 1940 en la cárcel de Carmona (Sevilla) tras la tensión de soportar un juicio en el que evitó por poco la pena de muerte.
ÚLTIMAS OFENSIVAS
Se iniciaron las negociaciones de paz. Un grupo de republicanos enviados a Burgos desde Madrid, recibían la respuesta poco alentadora de Franco: la rendición sería incondicional y sin clemencia posible. La verdad es que no podía sorprender a nadie viniendo de quien venía, sobre todo visto lo visto desde el mismo 18 de julio y su trato a los vencidos al conquistar cada palmo de territorio.

LA TRAGEDIA DEL CASTILLO DE OLITE
Aún habría un hecho dramático en el mar: la tragedia del buque Castillo de Olite. En Cartagena se habían producido dos golpes en cuestión de minutos: el día 4, los casadistas se habían adueñado de la ciudad. Al mismo tiempo estalló una rebelión militar a favor de Franco. La mañana del 5, la flota, negrinista, amenaza con bombardear el puerto, pero se retira a Túnez más tarde. A medio día, los republicanos abortan la rebelión franquista. Sin embargo la flota franquista se aproxima a la ciudad creyendo en el triunfo de un desembarco. El día 6, las baterías costeras republicanas ahuyentan a las naves. Ante la descoordinación, el Castillo de Olite llegaba a Cartagena sin saber la orden de retirada del resto de la flota. Un hidroavión les avisa de la retirada, pero la tripulación piensa que son saludos. Al poco un cañonazo costero les hace ver la realidad. Intentan huir, pero ya es tarde: un segundo impacto acierta y el buque se hunde. La tragedia empieza ahora. Las bodegas estaban repletas de soldados para el desembarco. Ante el hundimiento inmediato, se agolpan presas del pánico y no lograban salir, quedando condenados al ahogamiento masivo. Las cifras son dantescas, propias de un sacrificio inútil:
Tripulación: 2.112 hombres.
Muertos en la acción: 1.477.
Hospitalizados en Cartagena: 342.
Internados en campos de prisioneros: 293.

El 28 de marzo la quinta columna sale por Madrid para recibir a los franquistas los días 30 y 31. El mismo 31 se ocupa Alicante, sin permitir la huída de refugiados. El 1 de abril, el fin de la guerra llegaba por el famoso parte de Franco:
En el día de hoy, cautivo y desarmado el ejército republicano, las tropas nacionales han alcanzado sus últimos objetivos. La guerra, ha terminado.
Burgos, 1 de abril de 1939.
El Generalísimo Franco.

Entrada de los franquistas en Madrid. Céntrica Calle de Toledo.

INTELECTUALES VÍCTIMAS DE LA GUERRA: LA DERROTA DE LA EDAD DE PLATA DE LA CULTURA ESPAÑOLA.
El año 1936 vio la muerte de tres grandes escritores entre otros varios. García Lorca (Generación del 27) caía fusilado en Granada, victima calculada y ordenada por la autoridad militar franquista. Por su parte, Ramiro de Maeztu (Generación del 98) era asesinado en Madrid por los milicianos descontrolados de la autoridad republicana. Pedro Muñoz Seca era también asesinado por la complicidad de los comunistas. El popular ensayista y catedrático bilbaíno Miguel de Unamuno (Generación del 98) moría en su arresto domiciliario en la Salamanca franquista. A punto estuvo de ser asesinado por Millán Astray, el fundador legionario.
La muerte no se detuvo ahí. Los ya maduros supervivientes del 98 (Valle-Inclán no llegó a ver la guerra al fallecer en la primavera del 36) tendrían fines dispares, pero víctimas también de la guerra. Antonio Machado moría en Colliure, ya en Francia tras la huída de España en esa retirada trágica. Pío Baroja, que estuvo a punto de ser fusilado por carlistas mientras huía de Itzea (Vera de Bidasoa) hacia Francia en julio del 36, volvía en los años 40 a Madrid, pero ya para morir en la vulgaridad y el aislamiento en 1956, y en total adulación a un régimen que detestaba. También José Martínez Ruiz, el antaño anarquista alicantino de Monóvar, el Azorín de sus años de éxito. Moría en 1968, casi centenario, pero escribiendo vulgaridades en ABC.
La Generación de 1914, la que fue paladina de la europeización y modernización españolas, también sufrió su impacto. Manuel Azaña, en plena depresión, tuvo suerte de fallecer en 1940 en el exilio francés de Montauban. Con la ocupación de la Francia de Vichy por los alemanes, seguro que hubiese sido extraditado por la Gestapo como lo fueron el presidente catalán Lluís Companys o el socialista vizcaíno Julián Zugazagoitia. El gran filósofo José Ortega y Gasset, sufrió, como don Pío, la vulgaridad y la censura en aquél Madrid de postguerra, muriendo en 1953.
Dámaso Alonso, representante del 27, hubo de agachar la cerviz para sobrevivir ante el régimen. Guillén y Juan Ramón Jiménez hubieron de marchar al exilio.
Y, por último, la generación llamada “del Biberón” o de 1936, por su juventud en aquél terrible julio, tuvo su víctima ilustre: Miguel Hernández. Tras ser juzgado en consejo de guerra falleció en la dureza del campo de concentración. ¿Cuántos jóvenes treintaañeros y veinteañeros de la edad de Hernández murieron anónimamente en los campos de batalla cuando despuntaba en sus vidas un horizonte de fecunda vida intelectual y científica?


Casa donde vivió y murió Unamuno. Salamanca.

CONCLUSIONES FINALES
Aunque tardó en unirse a la conspiración golpista, y gracias a sucesos fortuitos (vejez de Cabanellas, accidentes aéreos de Sanjurjo y Mola, etc) Franco consiguió desplazar a los demás, siendo el gobernante que mayor poder acumuló en su persona en toda la historia de España, además del tiempo en que lo mantuvo: casi 40 años. Fue el último superviviente de las dictaduras totalitarias europeas surgidas en los años de entreguerras.
Como militar tuvo errores estratégicos que, aún teniendo fuerzas superiores a las republicanas, casi le cuestan la guerra. Contra un ejército similar en fuerzas no la habría ganado.
Fue un triunfo muy caro: cultivos y rebaños diezmados, una industria no dañada excesivamente, los ferrocarriles especialmente castigados (como en cualquier guerra, al tratarse de comunicaciones vitales), ciudades y pueblos enteros en ruina completa: Oviedo, Teruel, Guernica, Belchite, barrios enteros de Madrid...
Se calculan unos 600.000 muertos entre caídos en acción de guerra, ejecutados, asesinados, muertos por bombardeos y muertos por hambre y enfermedad. A ellos hay que contar los ejecutados en los años 40, los afectados sicológicamente, los déficits de nacimientos, etc. Además, dos décadas de autarquía y una guerra mundial, empobrecieron a miles de españoles. Hay que sumar la sangría cultural (técnicos, profesionales, etc).
La derrota del Eje en 1945 hizo que el bloqueo se cerniese más aún sobre los españoles. La última victoria de Franco fue su poder de 40 años gracias a la guerra fría. Según el historiador César Vidal, en su obra: La guerra de Franco, el dictador solo cosechó una derrota: su imposibilidad de evitar al democracia en España tras su muerte el 20 de noviembre de 1975.

miércoles, 5 de octubre de 2011

MAPAS DE LA GUERRA CIVIL (3ª PARTE, 1938)

1938: EL TERCER AÑO DE GUERRA
Empezaba el año 1938 y la guerra iba estar ya los siguientes doce meses en Aragón y Cataluña. Allí, la guerra se iba a decidir, junto a los límites septentrionales de la Comunidad Valenciana: Aragón, el Maestrazgo y el Baix Ebre. El tributo de muerte por ambos bandos llegaba su cénit en la sangrienta batalla a orillas del Ebro catalán, inclusive superior a la no menos violenta de Teruel. Ese mes enero la República, herida de muerte, aún iba a vender cara su agonía. Los errores de Franco y la coyuntura de tensión prebélica en Europa otorgarán algo de incertidumbre sobre el triunfo final de los sublevados. Aún quedaban quince meses de hablar las armas.


LA BATALLA DE TERUEL: EL STALINGRADO ESPAÑOL
Ya en diciembre de 1937, perdido el frente del norte, el Estado Mayor republicano planeó una ofensiva en Extremadura y un desembarco en Motril, si embargo, necesitaba antes una ofensiva en Teruel. Empezaba una batalla que más se iba a perecer a la Stalingrado que a una batalla peninsular. Una excepcional ola de frío se abatió sobre España y los combates se iban a librar por debajo de los 10º a 15º bajo cero. Una batalla de la que tuve testimonios vividos en primera persona de un familiar ya fallecido y sus penalidades cotidianas. El célebre fotógrafo Robert Cappa ofreció su documento gráfico impresionante y su compañera fue destrozada por un tanque.
El 15 de diciembre Teruel es asediado y atacado el 25. Franco, alarmado, ordenó un contraataque. Los republicanos, muy confiados, no contaban con la contraofensiva, por lo que el 28 casi se rompe el cerco. Hasta el día 1 de enero de 1938 no son rechazados los ataques franquistas. El 5 de enero capitulaba Teruel desobedeciendo la orden de Franco de resistencia a ultranza del coronal Rey D’ Ancourt. Era la primera capital de provincia tomada por la República. El coronel, asesinado a finales de la guerra, entró en la lista negra de la historiografía franquista y sus restos no fueron inhumados en el posterior monumento del Valle de los Caídos en las cercanías de El Escorial.
Franco, muy contrariado, decidió no ceder por prestigio ninguna capital de provincia, por lo que el 17 lanza otro contraataque con aviación alemana, aunque la tenacidad republicana logró una buena defensa y su detención. Ante el nuevo fracaso decidió del 5 al 7 de febrero asediar a las tropas republicanas por el río Alfambra. Con esta hábil maniobra, pudo aniquilarlas y lanzar un ataque sorpresa a Teruel el 17. Tras durísimos combates, los nacionales entran en Teruel el día 22 de febrero. Las pérdidas republicanas fueron muy altas, por lo que la superioridad de los rebeldes será ya aplastante y anulará cualquier intento de resistir de los republicanos.

Soldado a las puertas de la plaza de Toros de Teruel.

LA PARTICIÓN EN DOS ZONAS DEL TERRITORIO REPUBLICANO
El 9 de marzo, casi sin descanso tras Teruel, se inicia la ofensiva de Aragón. El 16 se detiene la gran ofensiva por la dura resistencia de Caspe, que cae el 17. Ese mes Hitler ocupaba Austria y Mussolini bombardea salvajemente Barcelona. El resto del mes los republicanos pierden Aragón por completo y el 3 de abril Yagüe entra en Lérida. Por el sur se ocupa el Maestrazgo, llegando el día de abril a Vinaroz, quedando el territorio republicano partido en dos zonas. El 19, con la toma de Tortosa, quedan los republicanos en la orilla izquierda del Ebro.
Ese mismo mes, en Burgos, Yagüe exaltó el heroísmo republicano y criticó a Franco, proponiendo la paz honrosa para todos. La soberbia del caudillo hizo que fuese un tiempo apartado del mando.

EL ERROR ESTRATÉGICO DE FRANCO: EL ATAQUE A VALENCIA
En los últimos años se ha puesto en duda la aptitud militar de Franco y su anacronismo con las guerras del siglo XX. Durante toda la guerra practicó la guerra de aniquilamiento, sin usar las nuevas ventajas de la guerra-relámpago, tan ideada por los alemanes para evitar una guerra larga de trincheras como ocurrió en la Primera Guerra Mundial. Los estrategas de la Legión Cóndor se desesperaban al no poder aplicar y experimentar esta guerra en España. Los generales españoles y los agregados militares alemanes fueron desoídos por Franco en sus opciones de atacar Cataluña, casi desguarnecida.
Por el contrario, Franco decide atacar Sagunto el 23 de abril. La lluvia y la resistencia republicana detuvieron el avance a finales de mayo, a pesar de los bombardeos de la Legión Cóndor. Los alemanes bombardearon Barcelona, Valencia y Alicante, además de los mercantes interceptados para evitar contactos entre las zonas republicanas. Los bombardeos a barcos británicos dieron protestas diplomáticas que a punto estuvieron de desatar la II Guerra Mundial. En julio es el ataque a Valencia. Tras duros bombardeos, los republicanos resisten y detienen la ofensiva a 40 Kms el 24 de julio. El 25 comenzaba la batalla del Ebro.
La guerra pudo acabar el verano del 38, pero el error estratégico de Franco, la prolongó casi un año más. El Ebro pudo costar a Franco una victoria que casi tenía en las manos.

EL PRIMER GOBIERNO DE BURGOS, ENERO DE 1938
En 1938, Franco, seguro de su triunfo, decide dar forma a su futuro régimen, el cual descartaba la mera restauración de la monarquía alfonsina, lo cual amargó profundamente a Alfonso XIII en su exilio, así como a su único hijo sano, sin hemofilia: Juan de Borbón. Formó su primer gobierno en Burgos el 3 de enero. La tónica de los diferentes gobiernos de Franco va a caracterizarse por la heterogeneidad calculada. Dicha mezcla de personas de ideología diversa (incluso enfrentadas verbalmente entre sí) responde a la mayor facilidad de Franco para evitar la preponderancia de alguna corriente que hiciese sombra en su autoridad. Se puede decir que aplicaba eso de: “divide y vencerás”. Los grupos políticos que van a participar en el gobierno a lo largo de las tres décadas y media que va a durar la dictadura franquista tenían, sin embargo, un nexo de unión entre su diversidad: el odio a la democracia republicana, su común enemigo a destruir. De todas formas, según la cambiante coyuntura histórica a los largo de tan dilatado periodo de tiempo, había ligero dominio de una tendencia sobre las demás. En este primer gobierno, y en los que llegan hasta 1945, los falangistas, más proclives al fascismo totalitario inspirado en el régimen mussoliniano, liderados por el “cuñadísimo”, Ramón Serrano Súñer, van a tener cierta mayoría y poder decisorio. Junto a ellos participaban carlistas, monárquicos alfonsinos, católicos ex-cedistas y militares. Dicho gobierno promulgó el Fuero del Trabajo, que derogaba las conquistas sociales de la II República, inspirado en la Carta del Lavoro del régimen fascista italiano Resulta curioso que el ministro de Educación Nacional, el encargado de la típica depuración ideológica de cualquier dictadura, Pedro Sáinz Rodríguez, el especialista en la literatura mística castellana del siglo XVI, acabó siendo expulsado del mismo por su vida prostibularia. Su monarquismo a favor de don Juan le empujó al exilio en Lisboa hasta 1969. Poco a poco se implantó la censura de prensa, fin de la autonomía catalana, etc. La Iglesia recuperó su plena influencia social.
El gobierno de Burgos.

LA BATALLA DEL EBRO (JULIO-NOVIEMBRE)
Tras la caída de Indalecio Prieto por la derrota de Teruel, Negrín asume la cartera de Guerra y propone resistir a ultranza, con la esperanza de alargar el conflicto y hacerlo coincidir con la nueva guerra que se daba ya por segura a corto plazo. El 1 de mayo elaboró una oferta de paz basada en varios puntos: plebiscito sobre la forma de gobierno, libertades básicas, descentralización autonómica, reforma agraria, amnistía, etc. Era el último intento de preservar la democracia después de la guerra y una respuesta a la política reaccionaria de Franco. La República necesitaba atacar, retrasar la guerra y conectarla con la mundial o, una paz negociada.
Franco despreciaba al ejército republicano y negó refuerzos a Yagüe, alarmado ante movimientos republicanos al otro lado del río. La noche del 24 al 25 de julio se cruza el Ebro por varios puntos aprovechando el silencio de la noche y la intención de dar el efecto sorpresa. El 27 el éxito era total, a pesar de la aviación rebelde. Sólo a inicios de agosto se detiene el avance por fuertes refuerzos de Franco.
Detenida la ofensiva, la solución lógica sería atacar Cataluña, pero Franco volvió a dar muestra de imprudencia: quería retrasar la guerra y perder miles de soldados para aplastar al enemigo por completo sin tener en cuenta esa posible guerra europea. El 6 de agosto contraataca y el 10 se interna en las intrincadas sierras costeras catalanas de Cabals y Pándols. Los republicanos le frenan en ese terreno favorable para su defensa. La situación pareció tan indecisa que Mussolini pensaba a finales de agosto en una paz negociada. El 2 de septiembre desde el Coll del Moro, Franco volvió al ataque de nuevo. Volvió a ser detenido.
En septiembre, Negrín se entrevistaba en Suiza con el duque de Alba. En esos momentos la situación era de incertidumbre. Las democracias occidentales empezaban a dar muestras de simpatía por la República. Franco se había quedado momentáneamente sin la ayuda italo-alemana. El 28 de septiembre se celebró en Munich una conferencia en la que Francia y Gran Bretaña daban carta blanca a Hitler para engullirse la República Checa y la formación de un estado pro nazi en Eslovaquia. No estallaba la guerra en Europa y el führer vuelve a apoyar a Franco. Era la última posibilidad de la República de haber podido cambiar la suerte de la guerra.
Sin la ayuda soviética y la frontera francesa cerrada, el 30 de septiembre volvía el ataque franquista a la sierra de Cabals. Tras un octubre de sangrientas luchas cuerpo a cuerpo, el 4 de noviembre los republicanos volvían a la otra orilla del Ebro. El 17 la batalla terminaba con triunfo de los nacionales.

Paso del Ebro en Miravent al inicio de la batalla.

1938 había transcurrido entre ofensivas violentas y a la desesperada de los republicanos respondidas a su vez por los ejércitos franquistas, ocasionando la resistencia consiguiente de los mismos. Un ejército muy inferior ya en armas y número, había resistido tenazmente y ya casi estaba al borde del colapso. Esta tónica ya se había observado el año anterior en Brunete y Teruel. Como siempre, tras una dura batalla, había un periodo de recomposición de ambos contendientes. Franco, sin embargo, ya había comprendido la necesidad de acabar la guerra y no cedió ante una hipotética tregua navideña. Se iniciaba la campaña de Cataluña, cuyo desarrollo es ya parte del mes de enero de 1939.