domingo, 30 de agosto de 2009

UN LIBRO: EL ENIGMA DEL ESCORIAL

El historiador e hispanista británico Henry Kamen ha publicado un nuevo y polémico libro en el que sigue  revisando la Historia de España en la Edad Moderna. El libro se titula El enigma del Escorial. El sueño de un rey. Editorial Espasa. Madrid, 2009. 300 páginas. Esta nueva obra completa su anterior biografía de Felipe II escrita hace nueve años: Felipe de España.

Kamen, británico, afincado en Barcelona, ha escrito mucho sobre temas históricos que se daban por cerrados. Ha dado la vuelta a las tradicionales interpretaciones historiográficas. Sus obras más famosas versan sobre el reinado de Carlos II, la Inquisición, la persona de Felipe II, o el Imperio español. En cada uno de estos libros expresa opiniones por completo novedosas y no menos sorprendentes.


Henry Kamen
Se articula el libro en nueve densos e interesantes capítulos.
Empieza el primer capítulo describiendo su viaje juvenil por Europa (el felicísimo viaje), el cual le imprimió su carácter posterior, mucho más moderno del que se ha hablado frecuentemente. Su mente estaba muy influida por el norte de Europa, no por la mentalidad propia de la Castilla en que nació. En ese viaje conoció, desde Tiziano, a los escultores Leoni, Jacopo da Trezzo (Jacometrezo), hasta príncipes protestantes germanos. Conoció, a su vez, la abadía alemana de Ettal, considerada por muchos la principal fuente de inspiración para El Escorial. Asistió en el Trento del Concilio y la Contrarreforma a los apasionantes debates teológicos que se daban en aquellos días. Contaba con 21 años cuando zarpó del puerto de Rosas el 2 de noviembre de 1548. Asistió a la dieta alemana con su padre el Emperador Carlos, con el que se reencuentra en Bruselas el 1 de abril de 1549, tras seis años sin verle. Padre e hijo no se llevaban tan bien como se ha dicho frecuentemente. El 21 de julio de 1551 volvía a la península desembarcando en Barcelona.

Abadía de Ettal, ¿inspiración para El Escorial?

Plano del Real Monsterio de San Lorenzo de El Escorial
El 20 de julio de 1554 desembarcaba en Southampton para casarse el día 25 del mismo mes con María de Estuardo, once años mayor que él. Permaneció algo más de un año en Inglaterra, hasta el 4 de septiembre de 1555, día en el que zarpa desde Dover hacia Bruselas, donde llega el 25 de octubre, para asistir a la abdicación de su padre. En los Países Bajos estuvo hasta 1559. El 14 de septiembre entraba en Valladolid. Alemania y Flandes la cautivaron. Castilla y España, con su sequedad, le fueron indiferentes.
En el capítulo 2 demuestra por completo que la gran batalla de San Quintín (10-8-1557) no fue una victoria española como dice el mito: solo un 12% de españoles y al mando de jefes flemencos e italianos.
 
El capítulo 3 trata de la fundación del monasterio, que la tenía planeada antes de la batalla. Eligió El Escorial a fines de 1561, iniciándose laas obras en abril de 1563. Es falso que desde la turística y actual Silla de Felipe II viese esas obras. Madrid, Aranjuez, Valsaín y El Pardo le encantaban, mucho más que El Escorial. Eligió enterrar en el a sus familiares, pero la idea de fundar un Panteón Real será de su hijo, el rey Felipe III. Su nieto, el rey Felipe IV, lo acaba en el siglo XVII. Fue muy aficionado a la arquitectura, al arte extranjero (Van der Weyden, Durero, El Bosco, Tiziano, despreció al Greco), a los jardines y a la naturaleza.
 
El capítulo 4 desmiente que fuese un "templo mágico de sabiduría". Más bien era lo contrario: lo era de alta cultura. Era, junto a Guadalupe, el único gran monumento español, similar a los grandes de Europa. Se le comparaba con el Templo de Jerusalén, y al rey con César, Salomón o Alejandro Magno. Demuestra el autor el gran nivel cultural de Felipe II para su época y en comparación con los otros monarcas europeos contemporáneos: gran lector y arabista antes de la Guerra de las Alpujarras. Arias Montano,  su bibliotecario, compró buenos libros para su biblioteca personal. Ordenó la triangulación de la península, traer plantas exóticas de América o elaborar las Relaciones Topográficas y Geográficas de Castilla (1575). El Escorial era un verdadero oasis cultural que contrastaba con el páramo cultural español.
Biblioteca del Escorial.

Desmiente en el capítulo 5 que fuese un prisionero asiduo del edificio. La austeridad de sus aposentos se debía a que siempre los vió como temporales. Sus estancias largas eran en Madrid, Valsaín y Aranjuez. Es falso que se aislase en El Escorial: España le decepcionó tras su viaje. Era una persona cosmopolita que conoció en persona a sus futuros enemigos: los protestantes alemanes e ingleses. Los extranjeros entraban en España y los españoles salían frecuentemente al extranjero a estudiar. Su vida era desenfadad y en contacto con la naturaleza. Vestía colores vivos y alegres, salvo en sus últimos años y en los lutos oficiales de la época ante las frecuentes y traumáticas muertes de sus familiares. Su carácter campechano se agrió en momentos puntuales como la muerte de su hijo Carlos o el desastre del Invencible. Ambos le sumieron en fuerte depresión.
 
El capítulo 6 contrasta la actuación de Felipe II con la de reina inglesa Isabel:
* No tuvo nunca un poder fuerte, solo era rey de pequeños Estados semiindependientes entre sí.
* No tuvo tratadistas o teoricistas de su absolutismo.
* Nunca tuvo cuadros suyos expresando su poder. El retrato ecuestre es obra de Rubens, y fue pintado treinta años después de su muerte. Su estatua expuesta en el Museo del Prado de Madrid fue tallada cuando aún era príncipe y estuvo almacenada en el taller de Leoni hasta... ¡1608!
* Nunca reclamó el trono imperial alemán.
* Sus colecciones de tapices no eran de batallas que le diesen gloria, sino de temas mitológicos y bíblicos.
Isabel de Inglaterra fue mucho mas cruel con sus opositores católicos, con los rebeldes irlandeses y americanos, además de fomentar el culto a su persona, al igual que Luis XIV, el Rey Sol. Los teóricos del Imperio español más que exaltarlo lo criticaban: el padre Las Casas o Francisco de Vitoria. No anuló los Fueros de Aragón ante la rebelión de ese reino foral tras el caso de Antonio Pérez.
 
El capítulo 7 se titula: La Sala de Batallas. En él defiende su pacifismo. Se bautizó la sala con ese nombre en ¡1764!, antes era un simple corredor que le conducía a sus habitaciones privadas. No exaltaba su falso militarismo. En su reinado solo declaró guerras inevitables: a Inglaterra en 1558 y, ¡tardó treinta años en atacar con la Invencible!, cesó en su cargo al belicista duque de Alba, prohibió más conquistas en América, y nunca estuvo personalmente, al revés que su padre, en ninguna batalla.
Las grandes batallas gloriosas de la historia de España como Las Navas de Tolosa (1212) o la toma de Granada (1492) no están en la sala. La batalla de Lepanto contra el turco fue más italiana y de la Cristiandad en general, que de los españoles. Por ello, Tiziano le hizo un cuadro mediocre.
La sala está decorada con una batalla secundaria: la de Higueruela, cerca de Granada (1431). La pintura es de una calidad extraordinaria, de ahí su elección. También decora la sala la batalla de Terceira (Madeira), contra el rebelde prior de Crato portugués. Pero esta elección no fue para humillar a sus nuevos subditos portugueses, sino para acentuar su triunfo contra los franceses, verdaderos aliados del prior. Afirma Kamen que estos frescos responden a una acción de gracias a Dios por esos triunfos, no para exaltar su poderío militar.

Sala de Batallas, simple corredor a sus estancias privadas, no un gran salón para su gloria.

El capítulo 8 desmiente que El Escorial fuese un centro de fanatismo religioso. No le gustaban al rey los Autos de Fe. Ninguno se celebró en El Escorial. Su colección de reliquias era normal en cualquier rey de aquella Europa. Su agresiva y obstinada política en Flandes no iba destinada a extirpar el  protestantismo o el calvinismo, sino contra los rebeldes políticos. De hecho, el Papa le criticaba su tolerancia religiosa en Flandes y con Inglaterra.
 
El libro acaba en el capítulo 9, en el que critica, por su falta de objetividad, las múltiples falsedades dichas sobre el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, calificandolas de invenciones interesadas: liberales españoles, viajeros extranjeros del Romanticismo (Gautier, Richard Ford, Chateaubriand). Incluso la misma derecha intelectual lo despreciaba: Menéndez Pelayo o Cánovas del Castillo.
Las tres grandes críticas contemporáneas fueron: el elevado coste de su construcción, la distancia respecto de Madrid, y la envidia de otras Órdenes contra el protagonismo de los frailes Jerónimos en la corte hispana desde épocas medievales.
 
El Jardín de los Frailes, al lado sur del monastario.
En suma, un libro muy interesante de lectura -como todos los que escribe Kamen- con su polémica incluida, aunque con sus afirmaciones magistralmente demostradas con todo tipo de fuentes y documentos. El "pero" que le pondría es su gran extensión, lo cual hace un poco pesada su lectura. Y es que ya lo dijo el gran Baltasar Gracián: "lo bueno, si breve, dos veces bueno".
Kamen es consciente, desde el prefacio, de no escribir una guía turística al uso, pero incita a visitar ese municipio marileño tan agradable, prejuicios históricos aparte.
 
CRONOLOGIA:
1527: Nace Felipe II en Valladolid, 21 de mayo.
1548 a 1555: Viajes a Europa. El 25 de julio de 1554 contrae matrimonio en Inglaterra. El 25 de octubre de 1555, abdica el Emperador Carlos V de Alemania, en Bruselas.
1557: Batalla de San Quintín, el 10 de agosto.
1558: Batalla de Gravelinas, julio. Paz de Cateau Cambresis, en octubre.
1559: Contratación de Juan Bautista de Toledo, arquitecto español residente en Nápoles.
1563: Inicio de las obras del Escorial, con la colocación de la primera piedra.
1567: Carta de Fundación y dedicación a San Lorenzo.
1575: Inicio de la Basílica.
1582: Batalla naval de Terceira, en Las Azores, 25 y 26 de julio.
1583: Final de las obras de la Biblioteca.
1584: Final de las obras de la Basílica y, oficialmente, del monasterio en septiembre.
1585: Ocupación de los aposentos del rey.
1586: Bendición de la Basílica, agosto.
1588: Desastre de la Armada Invencible ante los ingleses.
1595: Consagración de la Basílica, 30 de agosto.
1598: Fallece Felipe II en el Monasterio de San Lorenzo del Escorial, 13 de septiembre.

martes, 25 de agosto de 2009

LOS BORBONES ESPAÑOLES Y ALGUNAS RAMAS

La dinastía real de Borbón es la actual casa reinante en España desde 1700 como es bien sabido. Sus miembros que han sido reyes de España son bien conocidos pero, otros miembros de la dinastía, han influido en nuestra historia y pasan por perfectos desconocidos. Aquí exponemos una genealogía elemental de sus miembros varones.

Los Borbones tienen su origen en la Edad Media como una rama de la dinastía francesa de los Capetos. Su primer miembro será Roberto de Clermont, hijo del rey Luís IX allá por el siglo XIV. Pero hasta 1589 no logrará uno de sus miembros ceñir la corona del país galo en persona de Enríque IV. Tras el: Luís XIII, Luís XIV, Luís XV y Luís XVI. Tras la Restauración de 1815, reinarán Luis XVIII y Carlos X, siendo este último el que perderá definitivamente la corona francesa en julio de 1830.
Felipe V de España, hijo del delfín de Francia, nieto de Luís XIV, y primer rey de la dinastía en España, tuvo dos matrimonios con diferentes hijos de cada uno. Del segundo vinieron los hijos con descendencia y las primeras ramas familiares. La política exterior española consiguió Parma y Nápoles para los infantes Felipe y Carlos respectivamente. Felipe de Borbón dará lugar a la rama de Parma, que durará hasta la unificación final de Italia en el siglo XIX con los Saboya. Sin embargo serán los herederos del carlismo español desde la guerra civil española por no tener descencendencia la rama iniciada con Carlos María de Isidro en 1833.
A su vez, Carlos III, al llegar a España como rey en 1759, dejó a su hijo Fernando el reino de Nápoles como rey. También esta monarquía napolitana gobernará hasta la unificación italiana del siglo XIX (cuadro 3º). El primer hijo de Carlos III: Felipe Antonio, era demente.


Vayamos al segundo cuadro. Los hijos de Carlos IV darán lugar a la división familiar, surgiendo la tristemente célebre rama carlista, la cual propició tres sangrientas guerras civiles "carlistas" en el siglo XIX, las cuales, unidas a la Guerra de la Independencia de 1808-1814 y, como gran aporte al pensamiento más reaccionario, ahistorico e integrista católico a la "derechona" española, será una de las fuerzas más eficaces del bando rebelde y fascista de la guerra civil.
Carlos María de Isidro (Carlos V), protagonizó la primera guerra entre 1833 y 1839; Carlos VI, protagonizó la segunda guerra (1847-1849), además de un desembarco zarzuelero en La Rápita, Tarragona, en 1860; su hermano Juan III dió descendencia a la rama con Carlos VII, el cual encendió la tercera carlistada entre 1872 y 1875, tan cruel como la primera. Ni su hijo (Jaime III), ni su hermano (Alfonso Carlos I) tuvieron descendencia, pasando la herencia del "carlismo" a la rama de Parma, la que fundara Felipe, el segundo hijo de Felipe V, fruto del segundo matrimonio.
El heredero de Parma, el que se autoproclamó rey de España como Francisco Javier I (en 1952), era un ultra reaccionario que, junto al ultraderechista Manuel Fal Conde, participó activamente en la conspiracion contra la II República en 1936. Los temibles requetés fueron la gran fuerza de choque, junto a merroquíes y legionarios, contra los milicianos republicanos. Algunos hablan de "cuarta guerra carlista" para denominar el rimbombante "Alzamiento Nacional", y que no fue más que un golpe de Estado más, de los muchos que jalonaron la historia española de los últimos doscientos años.
De poco le valió porque, Franco no le dejó entrar en España, ni tampoco a sus hijos. El carlismo se fue apagando poco a poco en sus feudos mas típicos de Navarra y Álava, donde fue avanzando el nacionalismo vasco, y fue quedando como "cosa de viejos". Los ministros carlistas de Franco, participantes de sus gobiernos, prácticamente toda la dictadura, como el conde de Rodezno, el general Varela, Esteban Bilbao, el general Asensio, Antonio Iturmendi y, por último, Antonio María de Urquijo, fueron leales al régimen franquista sin aceptar al flamante "monarca": Francisco Javier I. Falleció en 1977, tras abdicar en su hijo (Carlos Hugo I) en 1975.
Aún no se libraría el país del protagonismo carlista. En mayo 1976, en plena incertidumbre política ante el arranque de la Transición a la democracia, se dieron los trágicos sucesos de Montejurra. Carlos Hugo I rompió con su padre al dar al carlismo un tono socializante, más moderno y menos reaccionario. Su hermano Sixto, ultraderechista declarado, asistió a esa montaña navarra a festejar una victoria carlista del siglo XIX. Invitó a ultraderechistas italianos, franceses y argentinos. Hubo enfrentamientos entre sus acólitos y los huguistas. Unos ultras armados dispararon y hubo dos muertos. Desde entonces el carlismo se olvidó, y hoy es uno de los muchos episodios vergonzantes de nuestro pasado que se estudian en los manuales escolares de historia: Zumalacárreguis, Cabreras, sitios de Bilbao, Esparteros, abrazos de Vergara, etc, etc.
En otro orden de cosas decir que la prole de Carlos IV dió una tercera rama: Francisco de Paula, el infante que salió último del Palacio de Oriente el 2 de mayo de 1808, el que pudo haber sido rey de Sudamérica si San Martín hubiese triunfado en sus proyectos monarquizantes de emancipación hispanoamericana. Su hijo fue el famoso "Paquita" como le llamó su esposa y prima hermana Isabel II: Francisco Asís, rey consorte de España, "padre" de Alfonso XII y homosexual declarado.
Otros personaje de la dinastía poco conocido fue Juan de Borbón, el cual ante la guerra civil española, entró en España clandestinamente para luchar en el bando rebelde franquista, con la esperanza de una restauración de su familia en el trono hispano. Tras ser descubierto, el genral Mola le expulsó bajo amenaza de fusilamiento si regresaba. Luego, tras l Segunda Guerra Mundial, y aprovechando el aislamiento del régimen franquista, jugó la carta de ser rey liberal, apoyado por los vencedores aliados. Un personaje realmente curioso y desgraciado: no pudo entrar en la España franquista, estuvo en Estoril casi toda su vida, protagonizando incidentes ruidosos y propagandísticos con el dictador galaíco. La derechona española no se fiaba de él: prefería a Franco como mejor "guardián" de su finca española. Eso sí, palmaditas en la espalda y se acabó. Sólo pudo lograr que su hijo Juan Carlos pudiese estudiar en la España de los 50. Se dice que su padre Alfonso XIII le dijo tras la guerra: "El gallego nos la ha jugado".
Otros miembros de la familia real borbona, aparte de la dinastía que reinó, fueron sus hermanos y posibles rivales para el trono. No fueron tales, pues todos estaban tarados por la enfermadad, bien por la hemofilia, como don Alfonso, el príncipe de Asturias y primogénito de Alfonso XIII, o don Gonzalo; o bien por la sordomudez, como don Jaime.
Dos últimas desgracias para el "Rey de los rojos", como denomina irónicamente a Juan de Borbón el historiador Borrás Bertríu en el libro de igual nombre: el accidente fatal de la pistola con que jugaban el actual rey Juan Carlos I y su hermano Alfonso, con la muerte del segundo. La segunda fue la hija e infanta Margarita, ciega de nacimiento.
El actual rey Juan Carlos I rompe con esta historia vergonzosa de la monarquía española de la casa de Borbón en los últimos tres siglos de nuestra historia, en especial desde 1808. Tan solo un fallo tuvo. Muy simbólico. En 1980, al traer al Panteón Real del Escorial los restos de su abuelo Alfonso XIII, cosa aceptable, lo hizo desembarcando su cuerpo en Cartagena y, por carretera hacia Madrid. Toda una bofetada histórica a aquellos españoles que le echaron pacíficamente en aquellas elecciones municipales del 12 de abril de 1931. Justo el mismo recorrido que siguió la noche del 14 de abril, tras salir escoltado en automóvil por la puerta pequeña del Campo del Moro, hacia la marinera ciudad murciana. Por ahí le echásteis, por ahí os le devuelvo.


viernes, 21 de agosto de 2009

JUAN MARTÍN, EL EMPECINADO

Recientemente, los bloggers peruanos me preguntaron quién es Juan Martín, El Empecinado, pues en mi nombre de Hotmail sale. Pues bien, haremos una semblanza de un guerrillero español que fue el terror de los franceses en la Guerra de la Independencia de 1808 a 1814.

Juan Martín Díez, El Empecinado, nació en el corazón de la meseta norte, en la actual Castilla y León, en el pequeño pueblecillo de Castrillo de Duero, provincia de Valladolid, un 5 de septiembre de 1775, en el seno de una familia de campesinos acomodados. El arroyo de Botijas, que atraviesa el pueblo, suele estar enfangado por la "pecina" o lodo negro, de ahí que a sus naturales se les conociese como "empecinados", es decir, llenos de pecina. En esa época se denominaba empecinado al sujeto sucio, aunque, tras la vida del Empecinado, pasó a significar obstinado o terco.
En 1793, cuando contaba con 18 años y en pleno reinado del absolutista Carlos IV, España entra en guerra contra la Francia revolucionaria (guerra contra la Convención), la cual acaba de ejecutar públicamente en París, en la guillotina, al ex-rey Luis XVI de Borbón, incrementando el temor de las monarquías absolutistas europeas a la revolución burguesa que se les avecinaba. El general Ricardos invade el Rosellón francés. Pero en 1795 el panorama es desastroso para los ejércitos españoles: invasión francesa del País Vasco y Navarra y la parte de la isla de Santo Domingo, hoy Haití. En esa guerra se curtió militarmente el joven Juan Martín y acrecentó su odio al francés. En la humillante Paz de Basilea de 1795 España, monarquía absolutista borbónica, es obligada a la alianza militar contra natura con la Francia republicana y revolucionaria. Ello conducía, automáticamente, al enfrentamiento con el resto de la Europa absolutista, en medio de la impopularidad de los franceses ante el pueblo español.
Tras sucesivas derrotas navales ante los británicos que culminan en la trágica batalla de Trafalgar (octubre de 1805), Napoleón se dispone a deshacerse de los Borbones españoles mediante la incorporación de España a su sistema semiliberal y de bloqueo continental contra Gran Bretaña.
En abril de 1808 los franceses ocupaban España con el pretexto de atacar Portugal, fiel aliado de Londres. El Tratado de Fontainebleau de 1807 les daba paso libre. En Burgos, ante los excesos franceses se dieron los primeros levantamientos populares. Juan Martín, con treinta y tres años, vivía con su esposa como agricultor en el pueblo burgalés de Fuentecén, donde una mujer fue violada por los franceses. Eso le hizo levantarse y hacer acciones de sabotaje en la carretera de Irún-Burgos-Madrid, hoy estratégica autopista A-1. Su primer golpe fue en Honrubia (Segovia), días antes de la rebelión madrileña del 2 de mayo. De ahí pasó a ls sierra de Gredos. El inepto general Cuesta le encarcela por indisciplina en Burgo de Osma (Soria). Se fuga y forma una partida guerrillera.
En 1811 pasó a hostigar a los invasores en la meseta sur: Guadalajara y Cuenca, siendo el terror de los convoyes napoleónicos. Luego estuvo en Aragón: Calatayud, La Almunia o Daroca. El mando francés decide detener a su madre y familiares para rendirle. El encargado fue José Leopoldo Hugo (padre de Víctor Hugo). La respuesta del Empecinado fue fulminante: amenazó con fusilar a cien franceses y los futuros prisioneros. Hugo decidió liberar a sus familiares.
JUAN MARTÍN DÍEZ, EL "EMPECINADO".

El año de 1812 seria el de mayor gloria del Empecinado. El 11 de agosto José Bonaparte abandona Madrid y al día siguiente, por la Puerta de San Vicente, entra en la capital. La guarnición francesa, acantonada en el Buen Retiro, se rinde el día 13. Tres días después entra victorioso en Guadalajara y, el 23 de septiembre libera Cuenca. Lord Wellington le admira militarmente, su partida es escurridiza, no deja de dar golpes a las retaguardias francesas... Pero aún tiene que esperar a 1813. El 22 de mayo de ese año logra defender la vieja ciudad universitaria complutense de Alcalá de Henares, donde hoy tiene una calle en pleno centro histórico.
GENERAL SIR ARTHUR WELLESLEY, DUQUE DE WELLINGTON.
Gran estratega británico, destinado a España a luchar contra los franceses. Vencedor de Watterloo en 1815, final definitivo de Napoleón.

La guerra terminaba en 1814 y empezaba su calvario personal. En marzo llegaba a España Fernando VII liberado de su cautiverio en Valençay, pues Napoleón necesitaba fuerzas militares ante la inminente invasión desde el Rin de los ejércitos absolutistas europeos coaligados. Como es bien sabido, Fernando VII anuló toda la legislación gaditana y se entregó a la persecución sin cuartel de los liberales, muchos de los cuales lucharon apasionadamente contra los franceses. El 13 de febrero de 1815 se presentó ante Fernando VII como liberal. La respuesta fue el arresto en Valladolid. El monarca la ofreció un condado a condición de abandonar el liberalismo. Respondió con su fidelidad a su juramento de la Constitución de Cádiz de 1812.
En enero 1820 el entonces comandante Rafael del Riego estaba al mando de un fuerte ejército acantonado en Cabezas de San Juan, cerca de la sevillana localidad de Lebrija. Era un ejército que esperaba su embarque en Cádiz con rumbo a América, para apoyar a los virreyes en su lucha contra los emancipadores hispanoamericanos. En marzo, los liberales entran en Madrid y Fernando VII es obligado a jurar, por la boca pequeña, la Constitución. Es célebre su frase de: "Marchemos francamente, y yo el primero, por la senda constitucional". Palabras, posiblemente, de las más falsas de la historia de España.
Durante el llamado Trienio Liberal (1820-1823), Juan Martín s nombrado gobernador de Zaragoza. Se distinguió en la derrota y persecución de las guerrillas absolutistas del cura Merino, otro guerrillero de la Guerra de la Indepenencia, pero de ideología ultra absolutista. Las contínuas provocaciones de los ultras, apoyadas veladamente por el rey felón, fueron derrotadas y perseguidas hasta su refugio en la Francia absolutista. En el Congreso de Verona de 1822, Metternich, el canciller austríaco, creador de la Santa Alianza, logró que un ejército francés al mando del duque de Angulema -los llamados cien mil Hijos de San Luís- invadiese España de norte a sur, ante la pasividad popular. En Cádiz fue liberado Fernando VII de los liberales. Se iniciaba una ferocísima persecución contra ellos. El novelista Benito Pérez Galdós tituló dos de sus célebres Episodios Nacionales: "Los cien mil Hijos de San Luís" y "El terror de 1824", números seis y siete respectivamente de la Segunda Serie.
Juan Martín se va replegando hacia Portugal. Nada más llegar al país vecino, planeó la vuelta para seguir luchando contra el absolurtismo. Una delación hizo que fuese detenido en la vallisoletana Peñafiel. Encarcelado en Roa de Duero (Burgos), fue expuesto ante el populacho en una jaula de barrotes de hierro. El 20 de agosto de 1825, era ejecutado en la horca. Hay una versión galdosiana según la cual se zafó de sus verdugos desesperadamente, y murió a bayonetazos. Le faltaban dos semanas para cumplir los cincuenta años.
EL FELÓN Y MALVADO FERNANDO VII, REY DE ESPAÑA ENTRE 1814 Y 1833.
Traidor y falso ante muchos liberales que fueron cruelmente ejecutados.

Benito Pérez Galdós le dedica el noveno episodio de la primera serie de su monumental obra novelada del siglo XIX español. Describe las traiciones que tuvo que soportar de su misma partida guerrillera y sus acciones en las comarcas alcarreñas. La guerrilla española entre 1808 y 1813 es pionera de esa forma de lucha moderna: conocimiento del medio topográfico, complicidad local y ocultamiento ante los ocupantes, etc. Única forma de lucha contra un ejército invasor muy superior como el napoleónico.

miércoles, 19 de agosto de 2009

EPÍLOGO PERUANO: GENTES, PAISAJES, LIMA, ÚLTIMAS FOTOS

Y como todo en la vida los viajes llegan a su fin. Lo bueno se acaba. Alfa y Omega. Esta exposición ha sido condensada en una sola para no cansar más días con entradas al lector@. Mis últimos días (por el momento, claro) en el Perú transcurrieron entre el valle del Colca y Lima. Vamos a las imágenes.

Iglesita rural en el valle del Colca.

Danzas indígenas matutinas en el valle del Colca.

Con una peruana del futuro


Un peruanito del futuro.
Los camélidos andinos.

Las punas o pampas del altiplano andino, de clima extremado y vegetación escasa.

Hielo andino a más de cuatro mil metros de altura.

Venta de chullus o típicos gorritos andinos.

El rico cuy de la gastronomía peruana.
Doy fé de ello.

El cóndor pasa.
La canción más universal del Perú. Cuando era niño la oía en la versión de Simon y Gardfunkel.

En la Cruz del Cóndor. En el valle del Colca 1.

En el valle del Colca 2.

Modernismo en Jirón de la Unión 1.

Modernismo en Jirón de la Unión 2.
No solo de barroco vive Lima, también art nouveau, art decó...

El Pacífico. Viendo este océano, desde la Playa limeña de Larco Mar, me dí cuenta de lo lejos que estaba de España, y sin embargo, parecía estar en su clon, oyendo castellano, viendo retratos de toreros en las paredes de algunos bares...
Años y años viendo el ocaso del día desde el Atlántico e imaginándome América al otro lado de la orilla no tan lejana y, sin embargo, ahora viendo el horizonte e imaginando muy, pero que muy lejos, la otra orilla: Polinesia, Asia...Ninca había estado tan lejos de España...pero nunca tan cerca fuera de sus fronteras.

San Francísco de Lima. Un cementerio en plena Lima.

Calle de Lima, tejados y campanario de Santo Domingo desde la Casa-Torre de Osambela, empresario naviero navarro, desde la que veía sus barcos en El Callao. Luego se pasó al campo de los emancipadores. La casa es bellísima en su fachada, de color azul añíl y una fenomenal balconada de madera labrada típica de Lima.
Patio de la Casa de Osambela.
Con Edyy en el mirador de la Torre Osambela, lugar de visionado de los barcos atracados en el puerto de El Callao.
Un momento estrella del viaje, el encuentro con tres bloggers en la fachada limeña de la Universidad de San Marcos (izquierda a derecha):
Edyy: Clío, Lima-Perú.
Juan: Historia y presente, Madrid-España.
Carlos, el Baterillero: Energicentro, Lima-Perú.
Arturo: Amautacuna de la Historia, Lima-Perú.

Los bloggers a los pies de San Martín.

Un símbolo de amistad entre peruanos y españoles. Casi doscientos años después. Seguro que a San Martín le hubiese gustado esta amistad si levantase la cabeza.
Para ver bien Lima hay que verla personalmente. Muchas cosas he dejado en el tintero: la vida limeña, monumentos, sociedad, etc, etc. Antes ya había estado en Lima, en Semana Santa de este año, y ya me cautivó. Antes y después de esas fechas ya leía y leía de la Ciudad de los Reyes. Tengo entradas de fotos tomadas de Google en los días 20 y 29 de marzo y 13 de abril. Estaba descubriéndo la ciudad y posponía para el verano conocer el país. El sueño lo he cumplido. Tengo aún más sueños por conocer de ese país, y los cumpliré. Seguro que sí. Soy un soñador empedernido. Y ya lo dijo el gran don Pedro Calderón de la Barca: "que toda la vida es sueño, y los sueños...¡sueños son!"
Espero que estas mis sucesivas entradas viajeras no hayan cansado mucho a los amables lector@s. Ojalá que a mis compatriotas españoles les pique el gusanillo y se decidan por visitar el Perú. No se arrepentirán. En ningún sentido.

AREQUIPA, LA CIUDAD BLANCA

La ciudad de Arequipa puede tener varios calificativos:
Ciudad blanca
Ciudad barroca
Ciudad de las casonas
Ciudad de Santa Catalina
Ciudad del Misti
Ciudad de la amabilidad de sus gentes, etc etc.
Arequipa es una ciudad que defrauda inicialmente al viajero que llega desde el grandioso Cuzco pero, al poco de estar en ella, empieza a desplegarnos sus encantos. Cuando llegué una noche, tras un largo viaje en autobús, la frialdad inicial del hotel, y las advertencias de no salir por la noche, me dió mal rollo inicial. Adiós seguridad cuzqueña, adiós monumentalidad. Por la mañana iniciaba su exploración con las añoranzas del Cuzco dejado atrás. La catedral, nueva por completo, debido a los frecuentes sismos, defrauda. Poco a poco empecé a abrirme para intentar dejarme cautivar por sus encantos. Vamos a descubrirlos gráficamente, aunque uno no se puede mostrar, y es la amabilidad de sus gentes, camareros, vendedores, hasta policías.

El viaje: Puno y una orilla del lago Titicaca.
El volcán Misti dominando la ciudad, junto a otros dos: el Chachani y el Pichu Pichu. El
Misti es el que se lleva la fama.

Plano algo general.

El centro detallado 1.

El centro detallado 2.

Casona del Moral, exterior.

Casona del Moral, patio interno con el moral que le da el nombre.

Casona del Moral, patio con una "chomba",
nombre que se da a las tinajas de barro. Arequipa es la ciudad de las tinajas, como nuestro Colmenar de Oreja.

Casona del BBVA.
Excelente rehabilitación de una casona para uso funcional de un banco.

La Compañía de Jesús.
No podía faltar y destacando siempre en Perú. La piedra volcánica de Arequipa permite que se trabaje bien y de como resultado un barroco escultórico de gran calidad decorativa. Anexo al templo tiene una serie de patios internos. Por uno de ellos se accede a la increíble capilla de San Ignacio, cubierta con cúpula de media naranja decorada profusamente con pinturas al fresco, domiando motivos indígenas y latinoamericanos: se repite el proceso de mestización del arte cristiano con el prehispánico, al igual que sucediese en Cuzco con Diego Quispe Tito.

Monasterio de Santa Catalina.
Llegamos al plato fuerte de la ciudad. El viajero español se mete en su país por una hora y media qu dura la visita guiada. Los colores de las fachadas se suceden, los pequeños edificios son una maqueta del país lejano español. Letrero de calles que recuerdan localidades españolas: patios mediterráneos más que sudamericanos, Castilla, Levante, Andalucía...hasta Marruecos. Evocaciones que se complementan con los interiores de las celdas. Las monjas que ingresaban eran de clase alta y solían ser españolas. Desde el siglo XVI hasta 1970, el monasterio ha sido un protagonista de la ciudad. ¿Y si las piedras hablaran? ¡De cuántas cosas nos enteraríamos! Actos de dudosa mralidad crisitiana, corrupción, debilidades humanas, etc, etc.

Plano de visita entregado a la entrada del edificio.

Patio.

Calle Málaga.
Es como estar en Al Ándalus: Frigiliana, Marbella, Mijas....



Celda austera.

Celda privilegiada...todavía hay clases.
Fuentecilla en la paz y el silencio del patio.

La vida de la ciudad gira en torno a la Plaza de Armas, muy animada, como todas las de Perú. La amabilidad de sus gentes me sorprendió. También la marcha de sus calles las noches de fin de semana, sobre todo la calle de San Francisco. Gran cantidad de jóvenes charlando en las calles cin sus bares de copas. Me sentía en una calle española llena de jóvene noctámbulos en las noches de botellón.